¿Para qué sirve una revolución? Una revolución alumbra otras posibilidades de vida.
Esa es la premisa de la que parte este cortometraje, que toma como caso de estudio la última de las grandes revoluciones europeas, la que tuvo su comienzo el 25 de abril de 1974 en Portugal, ahonda en sus raíces coloniales, y reflexiona sobre su final el 25 de noviembre de 1975.
¿Qué podemos aprender de ese periodo de 19 meses, del denominado PREC (Proceso Revolucionario en Curso)? ¿Qué imágenes nos deja esta revolución popular que empezó como un golpe de estado militar?
Este ensayo audiovisual, construido con algunos de los trabajos cinematográficos más importantes del 25 de abril y con materiales de archivo televisivo y de las cooperativas cinematográficas surgidas al calor del proceso revolucionario, es una reflexión sobre la fuerza política de estas imágenes, sobre el legado que nos dejan, y sobre el papel de los archivos, el cine, los medios de comunicación y la representación en general en nuestras luchas contemporáneas.
La revolución (es) probable nos habla, además, del frágil estatuto de documento de las imágenes como “prueba”, y de la posibilidad real de aprender de la historia desde el presente.