Viveiros de Castro parte del perspectivismo amerindio y el animismo para realizar una propuesta de descolonizar el conocimiento, por ello más que un objeto de estudio la considera una filosofía en si misma que puede desafiar las estructuras de conocimiento occidental. El punto de partida es la consideración de que todas los seres humanos o no-humanos son personas, ya que estos últimos también tiene alma. Todos ellos pueden verse como personas porque están constituidos por relaciones. Es lo que esas personas ven lo que forma parte de la pregunta filosófica amerindia, por eso conocer no es objetualizar sino tomar la perspectiva de lo estudiado, es decir subjetivar. Ello le lleva también a proponer otros regímenes de la imagen y la traducción. De Castro dice que la base de la antropología (y su propio material de trabajo) es el equívoco. Es “la dimensión constitutiva del proyecto de traducción cultural propio de la disciplina” no es un error, o una falsedad. El equivoco no es lo que impide la relación, sino lo que la funda e impulsa, por eso hay que habitarla.(M.I.)