Brzyski ofrece un enfoque metodológico útil para aquellos que analizan las definiciones y la recepción del arte no occidental y de Europa del Este desde la Guerra Fría al periodo contemporáneo. Su análisis de las interpretaciones occidentales convencionales del arte contemporáneo chino es particularmente productiva, ya que señala puntos ciegos en los enfoques curatoriales y académicos, entre ellos: la disyunción entre las temporalidades eurocéntricas del «modernismo» y del «contemporáneo», la falta de atención al sistema de educación artística chino (que conduce a una representación del arte contemporáneo en el extranjero que omite la presencia continua de la pintura con tinta y del grabado, y del arte figurativo en las escuelas de arte); o la necesidad de contemplar el arte en China junto con el arte del bloque del Este. (MMB)