Es con gran pesar que tenemos que decir adiós a nuestra querida compañera y amiga Laura Ramírez Palacio que nos ha dejado recientemente. Artista e investigadora de gran talento, fue un miembro activo del proyecto de investigación Resistencia(s) Partisana(s) (Ré. Part). En 2019, durante la actividad inaugural de este proyecto, el Congreso Internacional Solidarités transnationales et culture visuelle, Laura presentó una ponencia en la cual analizaba las características estéticas y formales de artefactos visuales solidarios y propagandísticos, y definía su repercusión en las construcciones sociales de la infancia. En las notas finales de su intervención, titulada Visual reverberations: mapping solidarity networks with Nicaragua and El Salvador in the 1980s, aparecía Patango, niño combatiente que quiebra los paradigmas del guerrillero barbudo con gorra y estrella. En el artículo Infancia y revolución. Reflexiones sobre la figura del niño combatiente dentro de las narrativas visuales revolucionarias y de liberación a partir los casos de Nicaragua y El Salvador en la década de 1980 que publica en el monográfico “Partisan Genealogies: Radical Visual (and Policial) Practices” de Artl@s bulletin vuelve Patango; esta vez en una densa y articulada trama multidireccional de herramientas y narrativas visuales revolucionarias, que construyó a partir de su afinada sensibilidad y fuerte compromiso durante sus investigaciones y conversaciones transatlánticas.
La agudeza crítica, el entusiasmo y la generosidad intelectual de Laura fueron inestimables para Ré.Part, proyecto en el cual, durante años, compartimos inquietudes, reflexiones y experiencias. Debido a la pandemia del CoVid-19, algunos de nuestros encuentros fueron en línea, lo que abría una ventana hacia la intimidad de los espacios privados. Laura tenía siempre como telón de fondo su casa-atelier, integrando sus dibujos y creatividad a nuestros intercambios. Muchas de las obras que gestó en plena pandemia, y que nosotros estábamos viendo acompañados por su fiel perro Arroz, se expondrían poco después en Madrid y Turín; otras ya habían viajado a Berlín, Zúrich y Bogotá. La casa-atelier de Laura desprendía su rica y profunda vida intelectual y emocional. De las paredes brotaban y reverberaban ecos y pulsiones, entre lápices que habían dejado de bailar y otros que estaban en plena danza.
Sus dibujos daban voz a la inocencia y la vulnerabilidad de la infancia, una preocupación que también es visible en su investigación y que la llevó a emprender un ambicioso proyecto de doctorado sobre los niños soldados en la América Central revolucionaria, del cual surgieron múltiples artículos académicos, como el de este número monográfico. Su trabajo como artista e investigadora encarnaba la constatación de Walter Benjamin de que “es una tarea más ardua honrar la memoria de los seres humanos anónimos que no la de las personas célebres”, pero también su convicción de que “la construcción histórica debe consagrarsea la memoria de aquellos que no tienen nombre” .
Hoy queremos rendirle homenaje, mostrando, junto a su investigación, una pincelada de su obra.
Hasta siempre compañera!
Estos cuatro dibujos pertenecen al archivo personal de Laura Ramírez Palacio y fueron realizados entre 2015 y 2022. Todos están realizados en grafito, tinta y óleo sobre papel mylar.